Rompiendo con malos hábitos (Parte II)

(...Continuación)



Génesis 8.22: «Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.»
Veníamos hablando de una ley de la vida, la cual es: "la siembra y la cosecha". Veamos:

A veces queremos seguir haciendo ciertas cosas o tener ciertas acciones, pero obtener resultados distintos. Queremos sembrar malas acciones y cosechar una buena vida, y eso ¡no se puede!

Jamás podrá ser de esa manera, porque lo que el hombre siembre eso también va a cosechar. ¡No puede ser diferente! Si no has sembrado cosas buenas para tu vida, no puedes pedirla en la cosecha.

Ahora, mucha gente quiere hacer cosas malas, tener malas semillas para con su familia, y tener buenos resultados. No funciona de esa manera en el plan que Dios tiene para nosotros.

Fíjate bien, si siembras un pensamiento, cosecharás una acción. Si siembras una acción, cosecharás un hábito. Y si siembras un hábito, cosecharás un estilo de vida.

Los malos hábitos que tienes hoy, no nacieron de un día para otro; fueron el resultado de acciones continuas, que te llevaron a los resultados que hoy tienes. Tal vez hoy no te gusta el resultado, pero al fin de cuentas, fue lo que tu sembraste día con dia.

Un estudiante que no hace tareas, la persona que no se preparara para sus exámenes, no le gusta el resultado final de los mismos; pero es la cosecha de lo que él sembró.

Un cristiano que no tiene resultado en su oración, es un cristiano que no se estuvo preparando. No se preparó para la vida; y el día que vino el problema, la prueba, no halló qué hacer. No tenía respuestas porque no tuvo la diligencia de estar metiendo la información necesaria en su corazón; y obviamente, el resultado no le gusta, y cree que Dios tiene la culpa. Luego dice: ¿Por qué Dios permitió que esto sucediera en mi vida? ¿Por qué Dios no hizo algo por mi?

El asunto, fue que estuvieron sembrando cosas malas, y creían que por haber conocido a Dios, Dios les daría cosas buenas; pero no funciona de esa manera, aunque conozcas a Dios y Jesús sea el Señor de tu vida. De todas maneras seguirás cosechando lo que sembraste.

Ahora bien, en Gálatas 6:7-8 dice así:
«No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.»
Está muy claro: ¡Uno cosecha lo que siembra!

No puedes esperar tener una familia unida, cuando tu eres quien la separa,
No puedes esperar tener una esposa que te ame, cuando tu no le demuestras amor,
No puedes esperar un esposo que te comprenda, cuando tu no lo haces.
Así que, lo que siembras, cosechas. Amén.

(Continuará...)

Dios te bendiga.

Tu amigo y hermano,
Anibal Matamoros/Evangelista.

www.AnibalMatamoros.com
Porque Dios quiere bendecirte.
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Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Marcos 6.34