Pero es difícil hacerlo, cuando no nos sentimos amados. Los hijos desatendidos, los cónyuges que se sienten ignorados, y los padres distanciados de sus hijos; todos experimentan la angustia de una vida sin amor. Por eso, si anhelas ser amado (y mi mayor deseo es que experimentes el gozo de saber que Dios te ama muchísimo), piensa en el profundo impacto de Su amor demostrado por ti en la cruz.
Medita en la realidad de que, si has puesto tu fe en Cristo, Su amor quita tus pecados y tus faltas; y que estás vestido(a) de justicia impecable (Romanos 3:22-24).
Recuerda que nada puede separarte de Su amor (Romanos 8:39). Aférrate a Su provisión amorosa de un futuro asegurado, donde serás amado(a) eternamente (Juan 3:16).
Cuando el apóstol Juan nos dice que, debemos también nosotros amarnos unos a otros, nos llama "amados" (1 Juan 4:11, ver también 1 Juan 3:1-2). Cuando reconozcas la forma tan maravillosa en que Dios te ama, te resultará mucho más fácil demostrar amor como el quiere... Incluso, a aquellos que no lo hacen.
Aceptar el amor de Dios por nosotros, es la clave para amar a los demás.
Hno. Aníbal Matamoros/Evangelista.
http://anibalmatamoros.blogspot.com
Porque Dios quiere bendecirte.
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